Cómo enfrentar una situación especial

Diariamente llevo a mis dos hijos a la escuela, bueno más bien ellos manejan y yo según esto les enseño. El punto es que a Arturo debo dejarlo alrededor de las 6:10am en el punto dónde el transporte lo recoge y después Mauricio y yo nos encaminamos al otro campus.

Para evitar contratiempos, regularmente llegamos al punto de reunión alrededor de 10 minutos antes de la cita, y nos estacionamos en un camellón perpendicular al área dónde el camión los recoge. Una mañana, exactamente a la hora en que Mauricio arrancó el carro y prendió las luces, como a las 6:10am, se estacionó frente a nosotros un automóvil que claramente no nos dejaría arrancar para continuar nuestro trayecto.

Además de realizar esta acción, de pronto se abre la cajuela del automóvil y se baja del carro una señora. Yo aproveché el momento para abrir la ventanilla y preguntarle si se iba a tardar mucho. Notoriamente extrañada por mi pregunta, me contestó que si se iba a tardar mucho porque iba a bajar la silla de ruedas de su hijo y además ayudar al chico a bajarse del carro para posteriormente tomar el mismo autobús que mi hijo Arturo.

En ese momento, me percaté que la maniobra de ella tomaría mucho tiempo, y que probablemente Mauricio y yo no llegaríamos a tiempo al otro campus. Así que le tuve que pedir, por favor, que moviera su carro, porque nosotros íbamos al otro campus y llegaríamos tarde si no empezábamos a movernos.

Sumamente extrañada y quizás algo molesta por mi falta de empatía ante la condición de tener un chico utilizando silla de ruedas, se decidió a mover su carro y con esto nos permitió movernos.

Mientras tanto, Mauricio y yo sostuvimos la siguiente conversación:

–Mamá, el chico estaba en silla de ruedas

–¿aja?

–Es que no deberías haberle pedido que se moviera.

–¿Tu consideras que debíamos llegar tarde nosotros, porque hay una persona que utiliza silla de ruedas?

Al final le pregunté a Arturo cuánto tiempo tenía el chico utilizando silla de ruedas y me comentó que era su primer día. Ni el chico ni nosotros llegamos tarde a la escuela. Y a partir de ese día le pedí a Arturo estar muy pendiente de cuando llegaran para apoyar a la mamá a bajar la silla de ruedas y al muchacho.

¿En tu punto de vista, qué hubieras hecho? Les dejo una imagen de las posiciones de los automóviles para que se den una idea de como sucedió este caso:

mapa-carros

 

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